Piloto...dijo la partera!

No soy una persona de alta estatura, más bien soy de baja (bajita) estatura. Soy nena, ok! Ya lo acepté y en consecuencia me pinto la uñas de rojo pasión; pero casi toda mi infancia la viví entre nenes. Y en el fantástico mundo de los hombres hay algo que siempre me gustó...LOS AUTOS. No se nada...pero nada de autos. Pero cuando de chiquita me preguntaban: "¿Qué querés ser cuándo seas grande?" yo respondía sin dudar: "Camionera mamá! Quiero manejar!!!".
Y así fue, a los 14 tomé mis primeras lecciones con papá. Solo me sentaba y acomodaba los espejitos (porque no llegaba a los pedales!). A los 15 mamá me dijo si quería una fiesta pomposa conmigo vestida de blanco virgen rodeada de flores, a lo que respondí: "No mamá! Quiero un auto!". Como a los 18 no me había llegado el regalo para ese nuevo cumple pedí un registro y así fue...mamá y papá me pagaron un curso en una autoescuela. Entonces a los 18 años y unos meses empecé a manejar.
Fueron años difíciles. Me costaba arrancar y en cada esquina se me paraba (el auto! soy nena...ok?!). Pero después de seis meses con la P de principiante (es un papel que tenés que tener en el auto el cual tiene una P botona que delata la poca experiencia que tenés al volante, es ley en Capital), que se me haya apagado el auto en avenidas transitadas, de amigas que se han vuelto católicas al ser copilotos (Lulilta nunca te vi rezar salvo cuando te subías en mi auto), de mamá abrazándome cada vez que volvía de manejar por la costanera sur (si! hasta ahí me dejaban ir) y de dos mil puteadas...puedo decir que ahora me siento segura manejando, no estaciono bien...ya lo sé! Siempre se puede mejorar!
Me llevó nada más que 5 años...bueno loco! Cada uno tiene sus tiempos! La cosa es que ahora me siento un piloto de verdad...un piloto precavido no paso los 100 km y dejo más de una cuadra entre auto y auto...pero manejo vieja! Y no sabés como...